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El seguro de responsabilidad civil para tu actividad profesional

El seguro de responsabilidad civil para tu actividad profesional es un tipo de seguro que cubre los daños que puedas causar a terceros por el ejercicio de esa actividad. Por tanto, se trata de una protección indispensable para evitar tener que hacer frente a reclamaciones económicas que puedan poner en riesgo tu patrimonio personal o el de tu empresa.

El seguro de responsabilidad civil no es obligatorio para todas las profesiones, pero sí es muy recomendable, ya que te ofrece tranquilidad y seguridad ante posibles imprevistos. Además, en algunos casos, puede ser un requisito para poder ejercer tu actividad o acceder a determinados clientes o proyectos.

Existen diferentes tipos de seguros de responsabilidad civil para tu actividad profesional, según la naturaleza y el alcance de la cobertura que ofrecen. Algunos de los más habituales son:

aquellos que cubren los daños que puedas causar a terceros por errores, negligencias, omisiones o incumplimientos en el desarrollo de tu actividad profesional. También cubre los daños materiales o personales que puedas causar a terceros por el uso o la posesión de tus instalaciones, maquinaria, vehículos u otros bienes relacionados con tu actividad profesional. Sobre los empleados, cubre los daños que puedan sufrir por accidentes laborales o enfermedades profesionales derivadas de tu actividad profesional.

Profesiones que necesitan contratar un seguro de responsabilidad civil

Como hemos visto, el seguro de responsabilidad civil es una garantía imprescindible para cualquier profesional que pueda causar daños a terceros por el ejercicio de su actividad. De este modo, mencionamos algunas profesiones, con actividades variadas para una mejor ilustración, que tienen un mayor riesgo o una mayor exposición a posibles reclamaciones.

Actividades diversas para ilustrar las necesidades de cobertura por una póliza de responsabilidad civil

Actividades de cálculo y desarrollo de la póliza de seguro de responsabilidad civil

Arquitectos e ingenieros: los arquitectos e ingenieros realizan trabajos que implican diseñar, proyectar, dirigir o supervisar obras civiles, industriales o urbanísticas. Esto puede ocasionar defectos constructivos, retrasos en la entrega, incumplimientos contractuales u otros daños materiales o personales a sus clientes o a terceros.

Empresas de telecomunicaciones: las empresas de telecomunicaciones ofrecen servicios de telefonía, internet, televisión u otros medios de comunicación. Esto puede ocasionar fallos en la conexión, interrupciones en el servicio, pérdida o filtración de datos, violación de la privacidad u otros daños materiales o personales a sus clientes o a terceros.
Empresas de ciberseguridad: las empresas de ciberseguridad realizan trabajos que implican proteger los sistemas informáticos, las redes y los datos de sus clientes frente a posibles ataques cibernéticos. Esto puede ocasionar vulnerabilidades, brechas de seguridad, robo o pérdida de información, incumplimiento de la normativa u otros daños materiales o personales a sus clientes o a terceros.
Desarrolladores de software y apps: los desarrolladores de software y apps realizan trabajos que implican crear, programar, actualizar o mantener aplicaciones informáticas para diversos fines. Esto puede ocasionar errores, fallos, mal funcionamiento, incompatibilidades u otros daños materiales o personales a sus clientes o a terceros.

Manipulación

Fontaneros: los fontaneros realizan trabajos que implican manipular tuberías, grifos, calderas u otros elementos relacionados con el agua o el gas. Esto puede ocasionar fugas, inundaciones, explosiones u otros daños materiales o personales a sus clientes o a terceros. Por eso, es importante que cuenten con un seguro de responsabilidad civil que les cubra ante estas eventualidades.
Electricistas: los electricistas realizan trabajos que implican manipular cables, enchufes, interruptores u otros elementos relacionados con la electricidad. Esto puede ocasionar cortocircuitos, incendios, electrocuciones u otros daños materiales o personales a sus clientes o a terceros.

Salud y actuación sobre las personas

Nutricionistas: los nutricionistas asesoran, orientan o prescriben dietas o planes alimenticios a sus clientes para mejorar su salud o su rendimiento físico. Esto puede ocasionar alergias, intolerancias, efectos secundarios u otros daños personales a sus clientes o a terceros.
Peluqueros, esteticistas y manicuristas: los peluqueros, esteticistas y manicuristas realizan trabajos que incluyen cortar, peinar, teñir, depilar, maquillar, limpiar o embellecer el cabello, la piel o las uñas de sus clientes. Esto puede ocasionar cortes, quemaduras, reacciones alérgicas u otros daños personales a sus clientes o a terceros.
Masajistas: aplican técnicas manuales o mecánicas sobre el cuerpo de sus clientes para relajarlos, aliviarlos o curarlos. Esto puede ocasionar lesiones musculares, articulares u otros daños personales a sus clientes o a terceros por los que podrían recibir una reclamación.
Tatuadores y micropigmentadores: en su labor introducen pigmentos bajo la piel de sus clientes para crear diseños permanentes o semipermanentes. Esto puede ocasionar infecciones, alergias u otros daños personales a sus clientes o a terceros..

Derechos de propiedad

Editores de libros y revistas: los editores de libros y revistas realizan trabajos que implican publicar, distribuir o comercializar obras literarias, periodísticas o científicas. Esto puede ocasionar plagios, infracciones de derechos de autor, difamaciones, injurias u otros daños morales o reputacionales a sus autores, colaboradores o terceros.

Presencia de público

Teatros, museos y galerías: en su actividad reciben gran cantidad de asistentes que pueden sufrir ocasionalmente un daño accidental por el que reclamar al establecimiento.
Coros, músicos, orquestas: pueden ocasionar daños personales o materiales en el montaje del escenario, la carga y descarga de material, etc.

Otras actividades con alta demanda de cobertura de seguro de responsabilidad civil

Servicios de entretenimiento y tiempo libre. 
Centros de formación, de enseñanza, academias, guarderías
Gimnasios y centros deportivos
Publicidad
Diseño gráfico
Relaciones públicas
Organización de eventos
Asesor financiero
Agencias de empleo Ett
Agencias de modelos
Call center
Servicios de conserjería
Archivo, digitalización y almacenamiento de documentos
Detectives privados
Decoradores
Guías turísticos
Jardinería y paisajismo
Residencias de animales
Mantenimiento de piscinas y socorristas
Ingeniería
Arquitectura
Empresas de seguridad
Prevención de riesgos laborales
Restauradores de arte
Estaciones de servicio
Reciclaje, tratamiento de residuos
Club deportivo profesional
Energías renovables (parques solares y otros)
Albañilería
Cristalería
Instaladores de paneles de yeso
Carpintería de madera y metal, cerrajería
Instalación y mantenimiento de electricidad
Fontanería
Instaladores de gas
Instaladores de calefacción
Conservación de carreteras
Limpieza de edificios
Instaladores de antenas y pararrayos
Instalaciones frigoríficas
Instalación y mantenimiento de energía solar
Cerrajeros
Instalación y mantenimiento de máquinas de vending
Instaladores de cortinas y decoración
Instalación y mantenimiento de suelos de parquet y tarima
Pulido de suelos
Servicios de buzoneo
Servicios de paquetería y mensajería
Clínicas dentales
Residencias de mayores
Centros sanitarios
Ayuntamientos
Recogida de residuos
Almacenes de venta al por mayor
Fabricación de alimentos
Entidades sin ánimo de lucro
Administradores de fincas
Agencia de la propiedad inmobiliaria
Intermediario de crédito hipotecario
Consultores (diversas materias)
Arquitectos y sociedades de arquitectura
Empresas tecnológicas
Administrador concursal
Detective, investigador privado
Servicios de alimentación, catering
Organización de eventos

Criterios para el cálculo del seguro

El cálculo del seguro de responsabilidad civil para tu actividad profesional se basa en diferentes criterios, de acuerdo con la actividad asegurada.

Volumen de facturación: es el criterio más habitual. A mayor facturación de una empresa, mayor actividad desarrolla. Por tanto, mayor probabilidad tiene de que suceda un hecho por el que ser reclamada.

Número de asistentes: en algunas actividades, como conciertos o festivales de música, es el criterio utilizado para medir el riesgo y, en consecuencia, la prima a cobrar por la aseguradora.

Superficie: es una magnitud que se emplea cuando la actividad tiene como base su desarrollo en grandes espacios, como un campo de golf.

Número de empleados: criterio utilizado en actividades, como la prestación de servicios outsourcing.

Conclusiones

Muchas actividades, para su desarrollo, tienen la exigencia legal de contar con una póliza de responsabilidad civil, se lo solicitan para disponer del correspondiente permiso. En otros casos, si bien no es obligatorio, es recomendable disponer de ella y supone una temeridad no hacerlo.

El seguro de responsabilidad civil defiende el patrimonio de los asegurados, desde el momento de recibir una reclamación. Comienza con la puesta a disposición del asegurado de los medios jurídicos para su defensa. Más adelante, ante la existencia de una condena al pago de una indemnización, el seguro se hace cargo de la misma.

Así pues, la pervivencia de la actividad, y de la empresa, si la hubiera, puede depender de la disposición de una póliza de seguro de responsabilidad civil correctamente suscrito.

 

El seguro de responsabilidad civil para tu actividad profesional / Contis Seguros