Asesoramiento especializado en la contratación de seguros.

Profesional sanitario vestido con ropa de quirofanoResponsabilidad Civil es un concepto jurídico que define  las compensaciones económicas destinadas a reparar los daños producidos a terceros ocasionados en el ejercicio profesional, ya sea  como consecuencia de relaciones contractuales o extracontractuales. El Artículo 1.902 del Código Civil establece: “El que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia, está obligado a reparar el daño causado”.

Para hacer frente a las consecuencias de las reclamaciones por responsabilidad civil extracontractual, los profesionales contratan pólizas de seguro específicas para cubrir la responsabilidad civil profesional.  El contrato de seguro, en este caso,  tiene por objeto derivar el coste de las indemnizaciones económicas a la entidad aseguradora, a cambio del pago de una prima. 

Esta modalidad de seguro protege frente a las reclamaciones que derivan en consecuencias siempre cuantificables económicamente.  Por tanto, el objetivo de los seguros de Responsabilidad Civil Profesional es hacer frente a los daños materiales, personales y consecuenciales que, involuntariamente, por sus errores u omisiones, el profesional haya podido causar a sus clientes en el ejercicio de su actividad profesional, así como los perjuicios que de ellos se pudieran derivar. La compañía de seguros  asume las consecuencias económicas de los hechos acaecidos y cubiertos por el contrato, reparando el daño causado, hasta el límite pactado en la póliza de seguro.

Los seguros de Responsabilidad Civil Profesional no son únicamente una garantía para el propio profesional, sino también para quienes contratan sus servicios, ya que en caso de sentencia firme el profesional respondería con su propio patrimonio. Supone un riesgo evidente ejercer la profesión sin tener un respaldo económico a través de una póliza de seguro  de Responsabilidad Civil Profesional.

Para el ejercicio de determinadas profesiones, la legislación exige tener contratada una póliza de responsabilidad civil profesional. En aquellos casos en los que no hay exigencia legal, el consumidor puede valorar la conveniencia de solicitar el servicio que necesite a un profesional que cuente con un seguro de esta modalidad, frente a quien no lo tenga, pues en caso de reclamación siempre contará con el respaldo de una aseguradora.